Zaccheroni se estrella con la Juve.

ubo muchas imágenes el fin de semana, pero me quedo con una. Juventus-Palermo, minuto 88, la Juve pierde 0-2, está muerta, física y anímicamente, rota. El Palermo de Miccoli acababa de pinchar la burbuja juventina, la que se infló con el triunfo ante el Genoa con un penalti injusto a Del Piero, la que se hinchó del todo con el triunfo de Bolonia tras noventa minutos en los que no jugó nada. Aquel día apareció Del Piero para ganar un partido en el que Zaccheroni había sacado del campo a Marchisio y Diego, dos de sus jugadores más creativos. Ganó, cierto. Con un gol de Candreva, al que Zaccheroni escora a la derecha y le resta opciones. Pero con Candreva volveré más tarde. Ahora el partido de anoche. Minuto 88 decía, y la Juve ya sin opciones cuando Zaccheroni firmó la imagen del fin de semana que comentaba. Fuera Diego y dentro Zebina. Interpretaciones varias. ¿Señaló con el dedo a Diego del fracaso con un cambio injustificable se mire por donde se mire? ¿Le utilizó de paraguas ante la tormenta que se avecina? ¿Quiso reservarle para evitar más desgaste? Faltaban dos minutos y ya no se corría sobre el campo, se andaba. Para mí el cambio fue de tal torpeza que deberían pedirle a Zac explicaciones, desde el propio Diego hasta los más altos estamentos del club. Lo cierto es que la Juve volvió a ser un desastre.

Zaccheroni arrancó con defensa de cuatro su primer partido ante el Lazio, volvió a la defensa de tres que tan bien le funcionó en Udinese y Milan y de nuevo cuatro atrás ante Ajax y Palermo. No es una crítica, es una realidad. No dio con el sistema, eso es evidente. Tampoco es culpa de Zaccheroni la lesión de Amauri justo cuando volvía a marcar goles. Ni los problemas de Camoranesi o Buffon. Tampoco de que la Juve mantenga en la plantilla a un futbolista como Salihamidzic o que haya repatriado a Paolucci como solución ofensiva a la crisis. No es culpa de Zac, no. Sí lo es infrautilizar a Candreva como el tercer mediocentro, muy retrasado y escorado a la derecha. Candreva será un gran centrocampista si le dejan crecer. Lo demostró en el Livorno, y con la Juve en Bolonia con el gol del triunfo. Sabe llegar al área, tiene gol. En realidad a la Juve le han salvado unos destellos de inspiración de Del Piero, poco más. Pero la realidad es que el equipo juega a nada y que el Palermo ya le quitó la cuarta plaza. Zac se escuda en el castigo físico, en el número de partidos. Lo cierto es que la Juve no juega un pimiento. Y lo que no es culpa de Zac es que los dirigentes hayan desempolvado a un técnico que ya vivió su momento de gloria hace años. Zac en la Juventus suena a fracaso, el tiempo dictará sentencia.