Marcador

martes, 2 de marzo de 2010

Ibra sólo necesita adaptación.

http://files.publico.es/resources/archivos/2010/2/23/126696558485520100223-2923696dn.jpg

Qué ocurre con Ibra?. Simplemente que tras un lustro en el calcio italiano resulta muy complicado adaptarse al estilo de juego del Barça. Primero le ocurrió en el plano físico: en Italia realizaba una jugada de ataque cada cinco minutos; en el Barça, cada cincuenta segundos y llegaba fundido al final de los partidos. Ahora queda pendiente la adaptación táctica. En Italia, los delanteros trotan a la espera de cazar un remate. En el Barça, el delantero es proa y pívot, ancla y distribuidor; ha de abrir el campo, atraer a los centrales, ofrecerse para combinar, presionar la salida rival, burlar el fuera de juego y rematar como los ángeles. Y hacerlo cada cincuenta segundos. ¿Cómo pasas del trote italiano a la febrilidad blaugrana? Con tiempo. Keita tardó un año en deglutir lo que pretendía Guardiola; Abidal empleó dos temporadas enteras para adaptarse del Lyon al Barça. Kaká parece una sombra de sí mismo en el Madrid: otro ‘italiano’ que necesita adaptarse al fútbol local.

Ibra sustituye a un icono del renacer blaugrana: al gran capitán general del vestuario, el irreductible Eto’o. Las dudas sobre Ibra son lógicas: cae muchas veces en fuera de juego; interrumpe pases destinados al compañero mejor situado; yerra bastantes remates y acumula pocos goles en la temporada para lo que se esperaba de él: ‘sólo’ 14 entre Liga y Champions, cinco menos que Messi, cinco más que Pedro. Y presiona menos que Eto’o. Claro, Eto’o es la comparación permanente. Parece que Eto’o las metía todas, que jamás tuvo ningún problema con el gol o le atenazó crisis alguna. Sin embargo, recuerdo que el Barça fue masacrado hace un año en Champions por el Olympique de Lyon en una primera parte deleznable y Eto’o estaba en el campo, presionando y mordiendo, pero no marcó. Recuerdo que, mientras el Madrid apalizaba al Betis (6-1), el Barça perdía con el Espanyol en el Camp Nou y Eto’o era sustituido a la hora de partido por su espesura. Recuerdo que a la semana siguiente, el Barça caía en el Vicente Calderón marcando tres goles, pero ninguno de Eto’o. Y que se acumularon cinco partidos consecutivos sin que Eto’o marcase ni un solo tanto, en el momento del mayor bache blaugrana de la temporada. Parece que nadie quiere recordarlo. Eto’o era grande y marcó goles decisivos, en Champions o contra el Madrid. Me gustaba, pero también me gusta Ibra, quien también ha marcado el gol del triunfo ante el Madrid o el del empate en Stuttgart.

El aficionado barcelonista debería desterrar de una vez los viejos demonios familiares. Ibra es un gran delantero, aporta alternativas importantes al equipo, sus goles están siendo importantes y sólo necesita tiempo y calma para adaptarse. ¿A qué viene tanto runrún?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario