Última oferta del Barça por Cesc

La nueva directiva del Barça continuará haciendo todo lo posible y trabajando discretamente para intentar que Cesc Fàbregas vista de azulgrana este verano. El presidente Sandro Rosell admitió el pasado viernes que el Arsenal está que trina por la forma de proceder "con taquígrafos" de los anteriores rectores del club, factor que ha dificultado aún más una operación que ya de salida era compleja por tratarse del jugador franquicia del equipo londinense. Pese a ello, el Barça no desiste y ha desplegado toda su diplomacia para, en primer lugar, normalizar las relaciones institucionales entre ambas entidades y, luego, entrar en una negociación directa a través de un viaje a Londres que pueda desencallar la situación.

Rosell viaja hoy por la tarde a Madrid para asistir el lunes a la reunión de la Liga de Fútbol Profesional. El martes su intención es desplazarse hasta la capital británica para iniciar la ofensiva, quién sabe si definitiva. De acuerdo a lo planteado desde el Camp Nou, la hoja de ruta aconseja paciencia pero tampoco infinita: la voluntad es presentar una última oferta por Cesc para intentar que el centrocampista catalán pueda estar a disposición de Pep Guardiola al regreso de los campeones del mundo, el 9 de agosto. Cesc es para el técnico el fichaje prioritario. Por si acaso, el Barça no quiere pillarse los dedos y pretende tener un margen de maniobra para afrontar otras posibilidades por si el Arsenal se mantiene inamovible en su negativa, una posibilidad que está ahí. Ya es sabido que el Barça está dispuesto a pagar mucho por Cesc, incluso por encima de lo que dicta el mercado, pero no entrará en la locura de los 60 ó los 70 millones de euros que se filtró desde Inglaterra.

Por su parte, Cesc ya ha hecho todo lo que ha estado en su mano por el bien de la operación, dando el nombre del Barça como único club al que saldría y hablando más de una vez con su entrenador, Arsène Wenger, para que entienda su situación. Estos días, Cesc está de vacaciones junto a Gerard Piqué por la costa balear.

Wenger, de momento, continúa con su discurso inflexible. Ayer se quejó de que hay mucha "palabrería" sobre Cesc. "Es nuestro capitán, por eso es tan importante para nosotros". "No oímos ofertas ni tampoco nos sentamos a negociar, porque trabajamos con jóvenes talentos que queremos disfrutar". Wenger admitió que habló con Cesc "como de costumbre, pero no revelaré las discusiones". "Esta historia debe acabar ahí", agregó.

Otras fuentes cercanas al club inglés señalan, sin embargo, que los dirigentes del Arsenal parecen más predispuestos a escuchar una buena propuesta que hace apenas unos días. Incluso se habla de que empezarían ya a valorar una venta por unos 50 millones de euros, aún algo por encima de lo que estaría dispuesto a pagar el Barça