Fichar a Fernando Torres es ahora más prohibitivo

El Liverpool está sufriendo una fuga de cerebros de tal calibre que el equipo está experimentando un período de cambios que concluirán con el inicio de la temporada 2010/2011. Pocas cosas le quedan a los ‘reds’ para encarar una nueva temporada que haga olvidar la pasada, un año con más penas que glorias. Quedan Torres y Gerrard. Unicamente dos jugadores que permitan dar color al equipo y que la hinchada no se eche encima de sus directivos por haber ‘enterrado’ a un grupo que, años atrás, parecía dispuesto a comerse el mundo. Pero de la llama de Torres y Gerrard parecen quedar tan sólo las cenizas en Liverpool. El madrileño ha manifestado, por activa y por pasiva, que quiere abandonar el club inglés y ha declarado su más que profundo interés en recabar en las filas del Barça, un conjunto que lo habría acogido de muy buena gana si no fuera por el enorme coste económico que supondría la llegada de ‘El Niño’.

En Anfield se han vuelto locos y han tasado la continuidad del español en 119 millones de euros, una cifra estratosférica que alejaría al artillero de las filas azulgranas. Una pena para él, para el fútbol y para la hinchada barcelonista.

Los 119 millones permitirían al club inglés asegurarse la continuidad del madrileño o, en su defecto, un relevo de lujo para Fernando que ayudaría a rehacer las maltrechas arcas del club que parecen pedir a gritos un ingreso cuantioso. Lo que está seguro en esta historia es que ningún club en su sano juicio pagará la cifra astronómica que se pide desde Liverpool. Torres, a falta de sorpresas, deberá seguir un año más en Inglaterra a la espera de que los ‘reds’ recobren la cordura y bajen el precio de su venta.