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domingo, 6 de junio de 2010

Iniesta: “No me sale ser chulo en el fútbol ni en la vida”

Iniesta, uno de los futbolistas con más talento del mundo Foto: Ignasi Paredes

Cuando a Pep Guardiola le preguntaron un día cuál es el modelo de jugador que pondría como referencia en cualquier escuela de fútbol para que los niños tomaran como ejemplo, no dudó ni un segundo en nombrar a Andrés Iniesta. Y es que el de Santpedor hace tiempo que vive cautivado por la magia de este futbolista manchego, que pese a no alcanzar apenas los 170 centímetros de altura, se transforma en un gigante sobre el terreno de juego.

Es entonces, y sólo entonces, ya con las botas ajustadas, cuando el chaval tímido, apocado, modesto, sencillo, humilde y amable se convierte en un ser ambicioso, temperamental, desequilibrante, insistente, vertical y contundente. Una especie de doctor Jekyll y Míster Hyde en versión ‘light’ y blaugrana.

¿No está un poco cansado de esa imagen que transmite de niño bueno?

Ya se sabe que el que es chulo, es chulo por naturaleza. Lo va a ser siempre, en la vida y en el terreno de juego. Y a mí no me sale ser chulo. Esto va con el carácter de cada uno.

Bueno, un día usted le llegó a hacer callar, en un partido como es el Barça-Real Madrid, a Cristiano Ronaldo, que de chulo tiene para parar un tren…

Hombre, es que todo el mundo tiene su carácter. Además, cuando juegas al fútbol te sale un poco más la mala leche. Yo también me enfado en el campo y fuera. Soy una persona y no dejo de tener sentimientos como cualquiera.

En todo caso, ¿alguna vez le han expulsado de un campo?

Nunca.

Lo ve como es usted un buenazo…

Pero sí que he visto tarjetas amarillas.

¿Por protestar?

Por protestar y por alguna que otra patada.

Volviendo al fútbol puro y duro, ¿por qué marca tan pocos goles?

Para empezar, yo soy un centrocampista y no un delantero. Mi rendimiento no se basa en los goles que marco sino en otros condicionantes del juego. Marcar es algo que no me obsesiona, aunque es verdad que me gustaría hacer más goles sobre todo para ayudar a ganar a mi equipo. De hecho, en las categorías inferiores me harté de marcar goles.

¿Es cierto que un día fue al despacho de Guardiola para pedirle consejos para marcar goles y que él le explicó que pocos podía darle porque sólo había logrado once en su carrera?

Con el míster hablamos de muchas cosas. Es alguien que siempre te ayuda si puede.

¿Qué tal es su ‘feeling’ con él?

La verdad es que tenemos una muy buena relación. Desde siempre. Es un tipo de técnico que ayuda mucho al jugador. Ha estado mucho tiempo en el club y sabe perfectamente cómo funciona todo. Guardiola es un libro para aprender.

¿Se siente el quinto mejor jugador del mundo?

No creo mucho en ese tipo de premios, aunque en este caso la votación fuera de los seleccionadores y los capitanes de las selecciones.

Este año en las celebraciones se olvidó de Fuentealbilla, ¿por qué?

Ya lo conoce mucha gente. Yo abrí la veda y ahora otros me han seguido. Este año, por lo que se ve, tocaba Tenerife.

El míster, durante la fiesta del título, dijo que tenía la sensación de que les debían una a la afición, refiriéndose a la Liga de Campeones. ¿Usted lo siente también así?

Tengo la sensación y el convencimiento de que vamos a intentarlo, que volveremos a estar cerca y a pelear por la Liga de Campeones.

¿Cómo lleva lo de aguantar a José Mourinho todas las semanas?

No hay duda de que el Real Madrid va a ser más competitivo si cabe. Pero el Real Madrid, con o sin Mourinho, también hubiera estado luchando por todo.

En todo caso, el Barcelona no está haciendo mal las cosas porque, tras el fichaje de David Villa, parece que el de Cesc Fàbregas es inminente…

Sí, sería una gran noticia. Yo lo conozco desde hace tiempo y es un grandísimo jugador. Su llegada sería muy beneficiosa para todos.

¿Cómo lleva eso de estar ‘apagado’ del twitter? ¿Puede sobrevivir?

Sí, sigo vivo sin twitter. De hecho, antes no había móviles y la gente también sobrevivía.

¿Le ha sorprendido que lo prohibieran en las concentraciones de la selección?

No, la verdad. Lo hablamos entre nosotros y decidimos hacerlo. Me despedí de la gente y ahora espero volver cuanto más tarde mejor, porque eso significaría que hemos llegado muy lejos en el Mundial.

¿Es cierto que gente de su entorno le ha recomendado ser más positivo y reír más para evitar las lesiones?

Es verdad que todo depende de la mente, pero no es lo mismo cuando uno lo sufre por dentro que cuando lo ve desde fuera. Ya te pueden decir que seas feliz y que te rías, pero si tienes los ‘isquios’ rotos no estás para muchas bromas. Lo que está claro es que positivizar las cosas que te pasan ayuda mucho. Pero hay que haber estado en mi piel para saber todo lo que he sufrido este último año por culpa de las lesiones.

Cuénteme…

Ha sido una temporada muy dura y difícil para mí, pero no sólo por las lesiones sino también por otras circunstancias. No me encontraba a mí mismo, me costaba coger el ritmo, no entrenaba cómodo, no disfrutaba con el fútbol. La verdad es que todo esto me dejó bastante tocado. Además, la última lesión fue un grandísimo palo para mí, me afectó muchísimo. Sólo las personas muy cercanas a mí saben todo lo que he pasado.

¿Llegó a no ver la salida del túnel?

Tenía el fútbol para refugiarme en los momentos más difíciles. Además, tampoco iba a dar cada día explicaciones sobre mi vida personal y de lo que me pasaba. Han sido muchas cosas y muy duras, que pocos conocen, pero nunca me he hundido. Siempre he mirado para adelante.

Hasta llegar ahora…

Sí. Ahora por fin vuelvo a disfrutar del fútbol. Esta temporada con el Barcelona también he llegado a disfrutarlo en algunos momentos, pero no he tenido continuidad en el juego por culpa de las lesiones. Ahora estoy disfrutando del momento, vuelo a disfrutar en los entrenamientos, vuelvo a ser feliz.

Las cosas pueden cambiar tanto de un año al otro...

Andrés Iniesta es la constatación palmaria de cómo puede cambiar la vida de un deportista de un año para otro. El 5 de junio de 2009, el doctor de la selección española, Oscar Celada, tras repasar los informes que le habían remitido los servicios médicos del Barça, ratificaba que el centrocampista manchego no estaba en condiciones de disputar la Copa Confederaciones de la FIFA.

Andrés sufría un alto riesgo de recaída y el largo periodo de recuperación, de entre seis y ocho semanas, aconsejaba no poner en peligro su salud después del enorme esfuerzo que había hecho para poder disputar la final de Roma.

Ahora, el futbolista blaugrana llega a la cita mundialista de Sudáfrica plenamente recuperado física y moralmente y con ganas de desplegar todo el fútbol que atesora en su cabeza y en sus pies para cumplir otro sueño.

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