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jueves, 12 de agosto de 2010

Así convenció Wenger a Cesc para quedarse

Wenger pudo convencer a Cesc y el de Arenys se resignó a quedarse en el Arsenal

Arsène Wenger lo volvió a hacer. El técnico francés paseaba la seguridad en sí mismo por medio mundo: desde Londres hasta Sudáfrica, pasando por Francia. No estaba dispuesto a desprenderse de su mejor hombre y Cesc seguirá, por lo menos, otro año más en el Arsenal.

Fue el viernes previo a la fotografía oficial del equipo. En ella debía aparecer el de Arenys nítido. La imagen no debía ser borrosa y Wenger usó toda su artillería dialéctica y argumental para arrancar del internacional español el compromiso de que seguiría jugando en el Emirates Stadium.

Y no fue fácil. Cesc llegó a la reunión aún con el Barça en mente y fue durante la misma que decidió, de forma definitiva, quedarse un año más. Sólo un año, eso sí.

Son varios los argumentos que utilizó el francés para hacer ver al jugador barcelonista que su traspaso al Barça no sería tan “fácil” como había asegurado en su día Josep Maria Bartomeu, vicepresidente deportivo, durante la campaña electoral. Arsène Wenger le comentó que no sólo se trataba de la negativa del Arsenal a vender a su jugador franquicia, sino que la directiva del Barça tampoco estaba dispuesta a realizar el esfuerzo que requería una operación de este tipo. De hecho, esa ha sido una constante durante toda la operación, los mensajes contradictorios desde uno y otro lado. En Barcelona se aseguraba que se estaba haciendo todo lo posible, mientras en Londres se aseguraba todo lo contrario.

Quizás era un tema, simplemente, de cantidades económicas. Los 42 millones ofrecidos en última instancia por la directiva blaugrana tampoco fueron razones suficientes para que el Arsenal y Wenger pensasen que la voluntad de fichar a Cesc por parte del Barça era real y contundente. Así que el técnico francés seguía armándose de argumentos para convencer a su jugador de que continuara a sus órdenes.

A partir de ahí, las razones deportivas que expuso Arsène hicieron el resto. El entrenador ‘gunner’ le comentó que muchos de los jugadores importantes de la plantilla están llegando a la edad idónea para ser referencia en la Premier y en Europa.

“Un futbolista se convierte en futbolista a los 23 años, a tu edad, y a la de Song, Clichy o Diaby. Todos estáis entre los 23 y los 24 y todos tenéis ya a vuestras espaldas 50 partidos de Champions. Creo que ya estamos preparados para el éxito”.

Y le puso a él como claro ejemplo de progresión en el equipo, recordándole que hace dos temporadas sólo había marcado tres o cuatro goles. En cambio, en la pasada campaña marcó quince y dio 20 asistencias de gol.

“El equipo está creciendo, vamos a ser más fuertes que el año pasado”, le espetó. Cesc, que lo había hecho todo y más para jugar en el Barça, prefirió acabar con el culebrón del verano y no alargarlo hasta cansar a una y otra parte. El del Maresme no quiso enrocarse y, al comprobar que el Barça no llegaría a las cifras que se requerían en Londres, y tras convencerse de que el Arsenal puede dar guerra en la Premier, decidió dar un paso adelante y confirmar su continuidad. Su voluntad sigue siendo jugar en el Camp Nou.

De hecho, espera que sea el año que viene, aunque ahora se centrará, como hizo David Villa en su momento, en el Arsenal del persuasor Arsène Wenger. De momento, el alsaciano espera que el catalán siga siendo el líder de su equipo.

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